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Chisme al piso edición 617

• Qué tristeza ver el parque Cabal como si fuera una plaza de mercado, qué irrespeto a la ciudad y a la historia. Ya ponen hasta venta de zapatos de segunda, los sábados y domingos venden chorizos, llegan mercaderes de todos lados del país, chamanes y cuanta persona se le antoja poner su chaza de venta en este emblemático lugar; razón tiene nuestro amigo Gunnar Sanín Vermont en  calificarlo de un pandemónium.
• Denuncian los bugueños abuso o mejor asalto al bolsillo de los turistas, feligreses y visitantes a la Ciudad Señora, por quienes sin autorización alguna se dan a la tarea de cuidar carros y motos en las vías públicas de la ciudad, lo tildan de asalto porque al no ser legalizado esto, cobran exageradas cuotas a quienes dejan los vehículos parqueados en las  bahías que son para ese fin de manera momentánea; y estos personajes se enfadan porque los conductores no les “pagan” lo que ellos piden… qué cinismo señores, se requiere de un control por parte de las autoridades de policía y de la secretaria de gobierno en Buga.
• Nos enteramos por ahí, que la secretaria de la oficina de la mujer-equidad- género y población LGTBI, le está metiendo alma, vida y su bolsillo a esta dependencia, al punto que saca su salario para los programas que direcciona esta dependencia… qué bueno doctora Jenny María Ramírez, aquí le criticamos en su momento la falta de gestión, y hoy aplaudimos su gesto de compromiso, nos preguntamos por qué la oficina de Bienestar Social no aporta dinero en estos programas que hacen parte de su proyecto?, porque allí se pierden los recursos asignados, ¿O no?.
• Varias personas han resultado estafadas al comprar en la calle planes de internet móvil… por favor amigos bugueños, no más insensatez de su parte, el internet que están poniendo en algunos móviles dura el primero y segundo día, y después no da más señal… no pierdan la platica con alguien que no conozcan, vayan a centros autorizados donde puedan hacer las reclamaciones necesarias… pero de por Dios, no se dejen engañar más.
• Se encuentran disgustados los cantantes bugueños porque no les tienen en cuenta en las presentaciones con artistas del orden nacional e internacional, y la verdad tienen la razón, pues deberían darles la oportunidad de ganarse unos dineritos para que  se presenten en los conciertos como teloneros y así se contribuya con estas entidades que en Buga van en caída libre.
• Debido a la construcción de la mencionada glorieta sobre la variante a Tuluá, se tenía hablado y pactado la construcción inmediata de un puente peatonal entre el Sena y la ciudad, y hasta el momento no se ha cumplido. Talaron unos árboles y no existió, que se conozca, reposición alguna; habrá que preguntarle a la CVC dónde volvieron a sembrar el doble de los que destruyeron. Y dejaron que se instalaran cerca de una zona residencial, algunas estaciones de servicio, comúnmente conocidas como de gasolina sobre la misma variante y las calles de “Aures” y nadie hasta el momento se ha pronunciado, ¿será que les van a meter un golazo a los bugueños con estas obras?.
• Nada que prestan atención a la problemática de la carrera 18 desde la calle 12 a la 16, con las polvaredas que se levantan en el camino; les recordamos que al momento de presentarse un accidente  de tránsito por este fenómeno, deben pagar los daños, desde el municipio y los propietarios de  las bodegas en el sector ubicadas… y todo por no invertir en material que evite los fuertes barrizales en temporada invernal y posteriores nubes de polvo acompañadas de arenilla; ¡ojo con eso señores!, denle trabajo a la gente con un contrato de mantenimiento de esta vía, pero compartan las grandes ganancias con el pueblo.   
• La recuperación de Buga y el Valle del Cauca, es una obligación de todos, tenemos el derecho a levantar cabeza. No queremos más politiqueros clonados en actividades, acciones y malabares, respetemos y conservemos lo que existe, y lo mejoramos para que las nuevas generaciones hagan lo mismo. Queremos un Valle del Cauca, y ciudades para vivir, trabajar y soñar… y no para solamente dormir al llegar de trabajar.
• En Buga y muchas otras ciudades, los administradores han cometido el error de poner al frente de oficinas de atención al público, a personas que nos les gusta ni saludar a los demás, viven y trabajan con rabia. Y eso entorpece la buena marcha de las instituciones y empresas en general.
• Desde hace muchos años se vive en el país una especie de cuesta abajo, por falta de colaboración de los gobiernos colombianos. Son muchas las entidades culturales, científicas y artísticas, que trabajan con pocas ayudas y respaldos económicos; son muy pocos los alicientes y las ayudas que se hacen periódicamente. Menos mal que hay personas y entidades que trabajan con ahínco, decisión y sacrificio, para sacar adelante programas valiosos pero con escasos acompañamientos administrativos y económicos.
• En buena hora las actividades que se cumplen con la socialización del tema de servicios públicos en Buga, destacable pues el trabajo armonioso, constructivo y de mucha responsabilidad que adelantan desde la secretaría de vivienda y servicios públicos a cargo del profesional Julián Latorre, lo vemos desde tempranas horas del día jalonando el proceso; desde luego con el apoyo de un equipo de  personas de mucho conocimiento en el tema, anhelamos que los dignatarios comunales en la Ciudad Señora se empoderen de este trabajos y contribuyan en su masificación, recuerden los temas que tratan son meramente de servicios públicos, los derechos que tienen como usuarios, suscriptores.
• Los que alcanzamos a tomar agua del tinajero en las casas solariegas de nuestros antepasados, sabemos que la ciudad dejó de tener mujeres y hombres que pensaban y luchaban por ella las 24 horas del día. Hoy percibimos relajo en las comunicaciones y en el trato de las personas, y por toda parte se observa el derrumbamiento de las buenas costumbres, porque las familias se han agrietado, existe mucho por hacer, recuperar y construir de acuerdo a los nuevos principios éticos, para impulsar sanamente la nueva sociedad colombiana, y es allí donde juega papel importante la familia como cordón umbilical de una sociedad. El llamado desde esta columna de opinión, es a que los padres de familia asuman la responsabilidad de un hogar y no dejen todo a la deriva como suele suceder, con el consabido problema del deterioro de la conducta humana.
• Continúan los líos políticos en el concejo municipal de Guadalajara de Buga… cómo les parece que el miércoles anterior 30 de abril, en el programa de televisión ALO BUGA del canal UNE, los concejales Carlos Erlid González y Raúl Salcedo Cardona, abordaron temas que ponen en riesgo  la integralidad y trabajo conjunto que viene haciendo la corporación edilicia en el proceso de control político a la administración municipal, donde según la doctora Alba Estella Anacona Ortiz, sus homólogos Salcedo  y González, están desinformados, por cuanto al parecer no asistieron a los debates que en su momento se hicieron  a lo del impuesto predial, el lote de La Esneda y la Ciudadela Educativa, ítems que fueron aprobados en su momento por los concejales. Según la concejala  Alba Estella, en su momento el entonces presidente de la corporación, Raúl Salcedo, al posesionarse dijo que con el alcalde estarían con o sin razón… uuummm, ¿que nube se habrá  estacionado en el techo de esta corporación de elección popular en Buga?.
• Hace años, en la administración departamental del doctor Carlos Holguín Sardi, se construyeron parques recreacionales para las familias de escasos recursos, especialmente los fines de semana. Recuerdo que asistían los niños acompañados de sus padres, los amigos y grupos familiares. En el caso de los que se construyeron en Buga, quedaron muy bonitos, con administradores y personal calificado sobre el particular, pero llegaron otros gobiernos departamentales y municipales que los fueron desmoronando por falta de recursos, hasta que han sido abandonados y no han podido cumplir a plenitud sus objetivos; los dos de Buga, inentendible por qué no se le han inyectado los recursos y qué pensarán quienes tienen la responsabilidad de mantenerlos vigentes?; gobernador Ubeimar Delgado, ¿cuándo viene a Buga para que nos hable del tema?.
• Por estos días se adelantan unos trabajos de mantenimiento y mejoramiento en la vía La Zapata–Monterey, ya que se está pavimentado un tramo de dicha vía; estos avances permitirán que los campesinos puedan movilizarse de manera segura por las vías rurales de Buga, llevando sus productos a las despensas de los consumidores, a toldos de la vida, a los mercados campesinos, esta es una inversión de casi 250 millones gestionados por el concejal José Wilson Arias y la doctora Dilian Francisca Toro, lo que demuestra que le están cumpliendo a las gentes de Buga… ojala los demás lo hicieran y en temporadas frías como esta.
• Acabo de leer que la amoxicilina es un medicamento obsoleto (yo sé que la noticia es vieja). Si eso es lo único que recetan los médicos de las EPS para todo tipo de enfermedades. ¿Cuál será de ahora en adelante el medicamento “todero” que reemplace a la amoxicilina? ¿Y cómo así que siendo obsoleto lo recetaban para todo? claro ejemplo de lo que pasa con el sistema de salud colombiano.
• Estudiantes del grado 9-1 de La Magdalena-sede Agropecuario de Alaska, hicieron un buen  trabajo en expo creatividad municipal, con el proyecto “la granja auto sostenible”, que fue destacada por parte del jurado calificador… qué bien por ellos quienes buscan mejorar las condiciones del agro en esta región y por qué no de Colombia en general.
• Algunos ex alcaldes y concejales de Buga, cambian las reglas de juego y le hacen daño al municipio, no debería de ser así, todo lo contrario, debe existir diálogo, participación y respeto a ciertas obras municipales. Y no atropellar a la ciudad, solamente por hacerle revanchismo a algún grupo político, intereses o ambiciones… más equilibrio, sensatez e independencia, en el manejo de las obras y tradiciones de la ciudad.
• De quien será  la contratación de los desayunos escolares en Buga, que al parecer están trabajando con el número de la cédula donde sí existen los millones, pero de cifras, porque  según cuentas y denuncias de las manipuladoras en esta ciudad, llevan tres meses sin que les paguen, y la verdad es que el municipio les gira los dineros a tiempo por el servicio prestado pero nada que se dignan pagarle a estas nobles y dedicadas mujeres que se ganan el sustento con míseros centavos… eso de la politiquería en las contrataciones nos tiene fregados a todos.
• Cuántos años duramos los bugueños para construir unas avenidas, sea la que sea, largo tiempo. Las administraciones, no tienen continuidad de propósitos, porque cada alcalde quiere lucirse con su cuadrilla, si los bugueños tuviéramos el propósito de servir y conservar el Buga que queremos y protegemos, aprenderíamos a seleccionar y votar bien en todos los aspectos, para no equivocarnos.
• Estoy pensando la cantidad de dinero que nosotros los colombianos nos gastamos en armas para enfrentar el problema que tenemos los compatriotas en cincuenta años de lucha contra la guerrilla y ahora con las bacrim… qué bueno pensar que esos miles de billones de pesos, podamos invertirlos en el bienestar de tantos colombianos desprotegidos de vivienda, vías, salud, educación y otros; les invito a que aprovechemos a buscar una solución negociada a este conflicto ¡no más guerra! creo que el presidente actual en este proceso debemos acompañarle y viviremos una Colombia distinta.
• Recuerdo muy bien que el centro de piscicultura tropical de Buga, funcionaba con sus investigaciones científicas, lo mismo las de la laguna del Chircal, el Bosque de Yotoco, etc. Esperamos que ahora que nombraron para el centro del Valle del Cauca, al Ingeniero Diego Padilla Zuluaga, podamos ver renacer todas esas actividades en bien del departamento y de la misma corporación, desde luego si le permiten desde Cali invertir en el factor ambiental, porque como en la sede principal de la CVC en Cali limitan la inversión, pues nada se podrá ejecutar, esa es otra de las cajas menores de la politiquería en el Valle del Cauca. Hace años la entidad trabajaba en serio y con responsabilidad profesional en el manejo de los programas de energía y del medio ambiente con eficacia, pero sin burocracia y politiquería, como viene sucediendo en Cali actualmente. En esa época se daban informes y cartillas sobre sus actividades ambientales, y se tenían científicos y técnicos, en las cuencas, en las orillas de los ríos, en las lagunas y en las zonas campesinas, para vigilar sus comportamientos agrícolas, que no fueran afectar la tierra y los recursos naturales.