• De un momento a otro los escobitas en Buga muestran una cara radiante, alegre y de mucha disponibilidad laboral, pues nos enteramos que esto se debe a un cambio en el jefe de esta área, sin demeritar el trabajo del antecesor, pero el actual tiene mejores relaciones interpersonales de compañerismo… como quien dice, este supervisor entrante se pone a la altura de sus compañeros de trabajo y eso mejora las relaciones y desempeño laboral de los operarios.
• Cómo les parece esta nueva que lanzan en el Congreso de la república de Colombia, pretender los llamados “Padres de la Patria”, ser ellos como legisladores y entes de control político a lo público quienes nombren los diplomáticos colombianos; como quien dice, ya quieren ser mini-presidentes desde sus cubículos, si no pueden con las obligaciones contraídas, quieren ahora meterle la mano politiquera a un proceso que toda la vida y constitucionalmente es del resorte del Jefe de Estado… señores congresistas, pisen tierra firme y no estén inventándose cosas que los electores ya no les copian.
• Excelente y bien traído al momento, el concurso de pesebres comunitarios que adelantan la Policía del primer Distrito, la Alcaldía de Buga y el canal UNE; se busca con ello incentivar a los bugueños a mantener viva esa tradición herencia de nuestros antecesores, además de limar cualquier aspereza que pueda existir en los barrios, los sectores, las familias y la comunidad… la idea es que el pesebre sea armado por las comunidades en lo posible de 10 familias en adelante, la inscripción la pueden hacer gratuitamente en los medios ya indicados, hay premio hasta el cuarto lugar… de ahí que anímense.
• A la larga, los monocultivos se vuelven peligrosos para la calidad de la tierra y el arrasamiento de árboles frutales y de ornamento que son necesarios para la belleza y el enriquecimiento de la naturaleza. El Valle del Cauca sufre de esos problemas, la destrucción total y absurda de su paisaje sin que exista control ambiental alguno por parte del Estado o de las entidades ambientalistas, esto cada vez deteriora los suelos, las fuentes de agua y por ende arrastra en su paso el ecosistema.
• Los jóvenes de hoy en día, no pueden comparar el Valle del Cauca, de lo que fue y de lo que hoy es. La pérdida de su riqueza natural y de sus gentes, que tenían más valores humanos que las nuevas generaciones. Las ciudades y sus moradores no eran perfectos, pero había menos violencia e inseguridad, porque había más administración, honradez y eficiencia; de hecho mucha de la culpa del deterioro del relevo generacional corresponde a los padres de familia quienes han dejado en manos del Estado, la sociedad y los colegios, la responsabilidad primaria de sus hijos.
• Querer a Buga es defenderla y protegerla, los indolentes e indiferentes ya no tienen cabida; la ciudad y el campo necesitan el compromiso y la ayuda de todos, tenemos que cooperar para tener buenos dirigentes, capaces y transparentes en sus actuaciones, que sufran de esa enfermedad incurable, que es el bugueñismo. Volver a decir: el que toma agua del río Guadalajara en Buga, se queda. Lástima pero Buga, también tiene los vicios e infortunios de otros lugares del país, por eso debemos volvernos sus centinelas cívicos para que alcance la defensa plena de sus bienes, tradiciones y patrimonio, que siempre le han dado una gran figuración departamental y nacional.
• Malestar general ha causado el arboricidio que se registra en la parte exterior de un lote sobre la calle 8 entre carreras 20 hacia la doble calzada, manifiestan que a machetazos están acabando con estos pulmones naturales que brindan aire puro a la ciudad por este sector occidental; resultaría de mucha importancia que las entidades protectoras del medio ambiente se den una pasadita por el sector para que averigüen con precisión lo que está sucediendo.
• La pólvora, el ruido y las quemas, son contaminantes y le causan daño a los seres vivos y a la naturaleza; por eso no quemes el dinero en pólvora, reemplázalo con alimentos, vestuario y regalos para las gentes de escasos recursos económicos; la pólvora no debe existir por ningún motivo humano. Perjudica a todos los seres vivos e intranquiliza la Navidad y el Año Nuevo. Son costumbres que se deben abolir en los pueblos y ciudades colombianas. Los tiempos ya no están para esos ruidos y peligros, porque traen dolor, angustia y desesperación en las familias. Pero la gran responsabilidad del control de la pólvora, es de los padres de familia, que tienen la obligación sus progenitores, abuelos, hijos mayores y tíos, de estar atentos a lo que hacen sus hijos en los hogares, calles y parques de sus barrios. Las campañas de educación y prevención, son compromiso de todos.
• Bien por el reparcheo que se viene realizando en diferentes calles y vías de Buga, esto merece el aplauso de todos los bugueños, empresarios, fuerzas vivas, líderes comunales y cívicos, porque acciones como estas son de resaltar; de hecho son los obreros del municipio quienes se han puesto la camiseta para darle buena presentación a las vías de la Ciudad Señora, aunque algunos critiquen estas buenas acciones manifestando que lo hacen porque llega el 7 de diciembre y con ello un evento competitivo de la ciudad, eso carece de toda veracidad.
• La oligarquía en el poder siempre ha jugado con los campesinos, la clase media y los trabajadores. Precisamente la guerra civil que se está tratando de acabar ahora, se inició hace muchas décadas por conflictos con los campesinos, porque les quitaban sus tierras y les hacían muchos abusos de todo orden.
• Recordamos al doctor Carlos Lleras Restrepo, quien trató de lograr que le aceptaran sus proyectos de la Reforma Agraria, pero los altos dirigentes del conservatismo y el liberalismo en su momento se unieron para atajar su aceptación y favorecer a las gentes del campo, y con ello avivamos la violencia en Colombia. Mientras tanto los ricos y los vividores, se tomaban las tierras de los desplazados o de los que se exiliaban, y le echaban mano a los baldíos como ahora en ciertas regiones colombianas. En Colombia todo lo del pobre es robado. Dijo Echandía que la democracia colombiana es un orangután con sacoleva y poco le queda del vestido.
• Preocupa mucho el registro de alto índice de accidentalidad en las vías del municipio de Buga, la mayoría de casos obedece a imprudencia de los conductores, quienes no observan las señales de tránsito y se elevan constantemente; en otros casos la imprudencia al conducir con el exceso de velocidad que aligera los accidentes con consecuencias fatales… recomendamos a los conductores de toda clase de vehículos automotores mucha prudencia al momento de ir al volante, máxime en esta temporada donde a la ciudad llegan cientos de turistas y visitantes.
• Indiscutiblemente los agentes comerciales de las cadenas de almacenes, telefonía móvil, entre otros se tornan empalagosos con la llamadera a toda hora recordando el pago de las facturas que de paso no se han vencido los plazos… cogen una llamadera desde tempranas horas y hasta tarde de la noche como si no durmieran, esto lo debería regular alguna entidad para preservar la tranquilidad e intimidad de los clientes.